En la región de los Países Bajos y Flandes, los jesuitas son pocos y están muy dispersos. La Red Apostólica Ignaciana IgnAN está animando la participación real y efectiva de los laicos en la dirección de las obras y actividades de la región.
La iniciativa nació en 2007, durante una reunión del entonces Provincial con los directores de obras y movimientos ignacianos. Hasta entonces, estas personas, cada una ocupada en llevar adelante su propio proyecto, no se conocían. Comenzaron a reunirse dos veces al año, se constituyó un comité de dirección, los jesuitas y los líderes laicos iniciaron un régimen de visitas mutuas. Y cuando fue claro que necesitaban una persona dedicada a esta nueva Red, Cecilia Vanneste —hasta entonces presidenta de la CVX de Flandes, que había vivido en el medio ignaciano a lo largo de treinta años—, fue elegida coordinadora.
Su planteamiento fue sencillo y claro: recorrió todas las obras planteando una pregunta básica: «¿Qué necesitan, como obra ignaciana, vinculada a la Compañía de Jesús?». La respuesta fue igualmente sencilla y clara: «Formación para nuestros colaboradores, más jesuitas, más dinero».
Para la cuestión de la formación, Cecilia se inspiró en el programa de formación de los jesuitas Partners in Mission que estaban desarrollando junto con las Provincias de la Compañía de Irlanda y Gran Bretaña. Se empezó a ofrecer formación a todas las personas que colaboraban en las obras, y no solo se mostraban satisfechos con lo que aprendían, sino que se establecía un conocimiento mutuo que viene dando sus frutos desde entonces.
Para satisfacer las otras dos necesidades (más jesuitas y más dinero), la coordinadora asistió a cursos universitarios de recaudación de fondos, ya que la red apoya cualquier iniciativa de las obras en este ámbito. En cuanto a las vocaciones, se ha pasado de un único promotor vocacional a formar un equipo, que incluye dos jesuitas y dos laicos. Este grupo puso en relación las diversas obras apostólicas que trabajan con jóvenes adultos, agrupándolas en la JOIN: Red Juvenil Ignaciana.
La red IgnAN cree poder desempeñar un papel con los jóvenes en un contexto tan secularizado como el de Flandes. Muchos de ellos viven circunstancias difíciles: necesitan que se les escuche y se llegue hasta ellos primero en el mundo digital. Cada vez son más las personas que siguen los podcasts de Pray as you go (Rezando Voy), así como las que participan en los retiros de Adviento y Cuaresma (20.000 personas se inscribieron la última vez). A partir de ahí, algunos se acercan a vivir una experiencia espiritual en una casa de ejercicios.
El éxito de las relaciones entre laicos y jesuitas en la Región ELC se basa en gran parte en las relaciones interpersonales. «Laicos y jesuitas tienen ocasión, en cualquier momento, de conocerse y de comunicarse entre sí. Los responsables de las obras se apoyan mutuamente tanto en cuestiones prácticas como colaborando a nivel más profundo, haciendo posible, por ejemplo, que JRS (Servicio Jesuita a Refugiados) esté presente en nuestros colegios o que se ponga en marcha el proyecto de dedicar una parte del Centro Espiritual Oude Abdij de Gante a escuela secundaria».
Por último, cuando se le pregunta a Cecilia Vanneste si tiene alguna sugerencia que hacer a otras Provincias de la Compañía acerca de la relación entre jesuitas y laicos, responde: «Sugeriría simplemente que reuniesen a las personas, jesuitas y laicos, y les dejasen soñar sobre lo que podría ser. Que escuchen y detecten que necesidades hay. Y todavía una cosa. En el pasado los laicos se formaban a través del roce diario con jesuitas, pero dado que ahora no existen apenas jesuitas en las instituciones, necesitamos ofrecer formación concreta sobre quién fue San Ignacio, sobre la Compañía de Jesús a nivel universal, sobre el discernimiento, sobre las Preferencias Apostólicas Universales. Los miembros de la CVX, por ejemplo, pueden acompañar y de hecho están acompañando ya, este programa de formación».
Este artículo fue originalmente publicado en jesuits.global