El servicio educativo que presta la Compañía de Jesús es uno de sus apostolados más importantes, tanto por el número de beneficiarios que abarca como por el número de colaboradores que se comprometen en la misma misión. En este artículo, Luiz Fernando Klein, S.J., delegado de Educación de la CPAL, pretende presentar un panorama del apostolado educativo que la Compañía de Jesús realiza hoy en la América Latina de modo formal y no formal.
1. Educación formal
a) Fe y Alegría (FyA) es la red de educación formal más antigua de los jesuitas en América Latina, creada en 1955 por el P. José María Velaz, S.J., en Caracas; y ahora presente en 22 países: 17 de América Latina, en 2 de Europa y en 3 países de África.
Fe y Alegría es un movimiento internacional de educación popular y de promoción social que actúa para y con las comunidades marginadas para ofrecerles procesos educativos integrales, inclusivos y de calidad en vista de la transformación de la persona y de la sociedad.
b) La Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL) fue fundada en 1985 y en la actualidad tiene asociadas 30 instituciones de educación superior en 14 países de América Latina, atendiendo alrededor de 250.000 alumnos.
Su misión es impulsar la colaboración y solidaridad entre los asociados para ofrecer una formación integral, inclusiva y de calidad; y la promoción de la fe, la justicia y la reconciliación con Dios, entre las personas y con la naturaleza.
c) La Federación Latinoamericana de Colegios Jesuitas (FLACSI) se creó en 2001 y de ella parten 89 colegios de 13 Redes Provinciales de Educación en 18 países de América Latina, con 127.000 alumnos. Además de los Colegios de la Compañía de Jesús, se asocian a esa red otros colegios afines a la misión.
FLACSI se concibe como un organismo que alienta el fortalecimiento y la articulación entre las asociaciones y las unidades educativas de modo a contribuir al cambio educativo y social. Se propone promover la renovación de la propuesta educativa jesuita en sus colegios y formar ciudadanos globales que se pongan al servicio de la reconciliación.
d) EduRed es una alianza programática conformada por las tres redes mencionadas anteriormente. Pretende dinamizar el apostolado educativo a través de proyectos comunes como respuesta eficaz ante los desafíos de la situación socio-ambiental del continente.
e) La red de Educación a distancia para jóvenes y adultos (READ), vinculada a la Red Jesuita de Radios, ofrece educación formal con titulación de los gobiernos, pues se equipara a la red estatal presencial.
Actualmente READ incorpora 12 instituciones con la pretensión de apoyar el empoderamiento de las poblaciones más vulnerables y mejorar su nivel de vida. En sus sistemas de Educación Formal radial hay 60.000 matrículas y en la educación no formal alrededor de 200.000 al año.
2. Educación no formal
El apostolado educativo jesuita en América Latina suele ser reconocido apenas con relación a las tres redes mencionadas, pero hay que considerar que el proceso impartido por los jesuitas no se agota ahí ni la educación se limita a eso. Diversas obras apostólicas realizan programas de educación en las parroquias y capillas, en los centros de espiritualidad, de juventud, de comunicación, en los centros y obras sociales, de atención a indígenas, de migrantes, de pequeños productores y de radios, conforme presentamos a continuación.
a) La red de radios jesuitas de América Latina y el Caribe (RADIOSJLAC) tiene 80 emisoras con una programación centrada en la educación, la formación de ciudadanía y el fortalecimiento de las comunidades cristianas. También hay un grupo de radios vinculadas a las universidades jesuitas donde los estudiantes de Comunicación desarrollan la parte práctica, y unas 50 emisoras incorporan una acción educativa no formal con campañas de sensibilización sobre temas actuales.
b) La red de Centros Sociales contempla 38 instituciones que realizan programas para una mayor incidencia en políticas públicas a favor de los más desfavorecidos y al impulso a procesos de transformaciones sociales que tengan como fundamento la justicia y la reconciliación en la región.
c) La red Jesuita con Migrantes (RJM) es la acción común de más de 60 obras de la Compañía de Jesús en América Latina, presentes en 19 países. De distintas maneras responden a los retos de la migración forzada en el continente.
La RJM trabaja en la defensa y promoción de los derechos humanos de migrantes, desplazados y refugiados vulnerables, y de sus familias. El foco del trabajo es el análisis y la denuncia de las causas estructurales que obligan a las personas a huir de sus territorios, y en el fortalecimiento de una mayor cultura de la hospitalidad que aporte en la transformación de la sociedad dentro de la misión de Justicia y Reconciliación.
d) La red de Solidaridad y Apostolado Indígena (RSAI) la integran 8 provincias jesuitas de América Latina organizadas en regiones. En esa red participan jesuitas y laicos, la mayoría insertos o pertenecientes a pueblos originarios. La red propicia colaboraciones y sinergias regionales que, desde la diversidad cultural, espiritual y el sentido de cuerpo, iluminan y se enriquecen mutuamente.
e) La red Comparte integra la Red de Centros Sociales. Nació en 2011 y está conformada por 16 Centros Sociales de 11 países de la América Latina, por el Servicio Jesuita para la Panamazonía (SJPAM), Formación para el Trabajo de la Federación FyA y ALBOAN. Esta red tiene como propósito crear, con el liderazgo de organizaciones de productores, comunidades campesinas, pueblos indígenas y afrodescendientes, alternativas económicas-productivas al modelo económico vigente.
f) La red de Parroquias (RELAPAJ) abarca 173 parroquias y templos confiados a la Compañía de Jesús, con más de 8.000 colaboradores en 20 países. Además de reuniones de rutina, para definición y evaluación del apostolado, en 2020 la red comenzó a ofrecer a las comunidades parroquiales de América Latina la Escuela de Formación en Identidad Ignaciana como una oferta para la reflexión y profundización comunitaria de laicos.
g) Oficinas de comunicación. Desde 2019 la coordinación de la Oficina de Comunicación de la CPAL organiza el programa Arandu para los comunicadores de las 12 Oficinas Provinciales de Comunicación. Hay talleres formativos sobre temas de interés general con el intuito de proporcionar el conocimiento mutuo, perfeccionar la formación y la colaboración.
h) La Confederación de Centros de Espiritualidad (CLACIES) cuenta con 40 Centros de Espiritualidad Ignaciana y, además de las ofertas de cada unidad, ofrece cursos para acompañantes de Ejercicios Espirituales y los Cursos Cardoner sobre la Autobiografía Ignaciana.
i) Colaboración con otros. La CPAL entiende que la colaboración no constituye una red ni un sector, sino un tema que debe figurar en todas las redes apostólicas. Ese espíritu de colaboración ha permitido que, en el periodo de confinamiento causado por la pandemia, los colaboradores de las diversas áreas apostólicas hayan podido trabajar juntos e intercambiar informaciones y recursos. A fin de ayudar a jesuitas y laicos a crecer en la colaboración como elemento indispensable del trabajo apostólico, se elaboró el Programa de Formación.
Las instituciones nombradas basan su trabajo en las Preferencias Apostólicas Universales (PAU), el Proyecto Apostólico Común (PAC), el Proyecto Educativo Común (PEC) y los documentos institucionales de la Compañía. Para conocer más sobre estas redes, sus programas prioritarios, logros y desafíos, se puede consultar el documento completo en este enlace.
La acción educativa formal y no formal de la Compañía de Jesús en América Latina manifiesta una doble preocupación: en el pleno desarrollo del ser humano y, a partir de él, en el correcto funcionamiento de la sociedad. Una nueva educación es necesaria, para la que hay que construir una nueva escuela con el concurso de todas las fuerzas de la sociedad: familia, escuela, iglesias, clubes, etc. que, en colaboración, van a vivir y contribuir a la Aldea de la Educación.