Desde que comenzó a ejercer su nuevo rol, hace ya más de un año, el Padre General expresó su deseo de que la Curia estuviera implicada en el mismo tipo de dinámica de discernimiento y planificación que se estaba pidiendo a las provincias y las conferencias. En consecuencia, nuestro equipo de gobierno central se ha visto metido en una dinámica de reflexión estratégica que está dando como resultado una propuesta de organización de sus actividades en torno a cuatro grandes prioridades:
- Ayudar al Padre General a promover en la Compañía un liderazgo desde la imaginación y el discernimiento. Incluyendo aquí el proceso de revisión de las preferencias apostólicas universales, la renovación de la estrategia de comunicación de Roma, y el diseño y despliegue de estructuras y marcos legales de los nuevos tipos de liderazgos que se desean para los secretariados, oficinas y roles que forman la Curia de Roma.
- Asistir conferencias, provincias y regiones a desarrollar estructuras y políticas que promueven discernimiento, colaboración y trabajo en red. Esta prioridad incluye el trabajo del concilio alargado, que desde este año incluye a presidentes de conferencias y a secretarios, y un énfasis en discernimiento apostólico y trabajo en red a nivel local y su vinculación a procesos globales y el gobierno central.
- Desarrollar recursos financieros e institucionales de forma que se asegure que las misiones que afrontamos tengan los recursos que necesitan, son sostenibles y cuentan con las capacidades adecuadas para la buena gestión y gobernanza. Especial mención se hace en esta prioridad a la importancia de compartir recursos en dinámicas de colaboración tanto a nivel local como en el ámbito global.
- Apoyar y promover una formación más profunda de los jesuitas y nuestros compañeros en misión para una misión discernida al servicio del Evangelio.
Es importante remarcar que en estos cuatro énfasis no tenemos una hoja de ruta para la Compañía universal sino un plan para las actividades de la Curia de Roma, que quiere de esta manera poder discernir y planificar el trabajo en los próximos tres años.
a parte quizá más interesante de todo este proceso de discernimiento estratégico es que estas prioridades despliegan una serie de líneas de acción que están siendo desarrolladas por específicas unidades de trabajo repartidas entre los secretariados, los comités ordinarios de trabajo de la Curia y los equipos post-GC36 de los que hemos hablado en el post anterior.
Además de esta matriz de equipos y líneas de acción, se acaban de crear varias comisiones de estudios especiales que abordarán temas de interés estratégico en nuestra coyuntura actual como la promoción de vocaciones, el mundo digital, formación en liderazgo o la red mundial de oración del Papa.
Se trata de todo un esfuerzo de reorganización interna que apuesta por una Curia romana cada vez más abierta, participada y dinámica que sin duda nos ayudará a seguir impulsando una Compañía en discernimiento continuo capaz de acertar en nuestros esfuerzos por inspirar, consolar y reconciliar.