Una reunión en mayo ha permitido reactivar este proyecto que busca ayudar a personas que emigran o escapan de conflictos armados
Después de tres años sin movimiento real, la Red de Migrantes y Refugiados de la Conferencia Jesuita de Asia-Pacífico (JCAP) se reunió finalmente de manera virtual en marzo durante tres días y en mayo durante dos días. Ambas reuniones tenían como objetivo planificar los próximos cinco años. Las sesiones sirvieron para confirmar la misión recibida con este proyecto: ayudar a construir un futuro mejor con las personas en movimiento, especialmente los migrantes y refugiados.
Al final de la reunión de marzo, el equipo central recogió todas las sugerencias que se hicieron, y las integró con los resultados de una encuesta anterior que realizamos para elaborar un plan de acción general.
Con un plan en la mano, el grupo existente se dividió para trabajar en cuatro áreas temáticas durante nuestra reunión de mayo. Estas áreas u objetivos son:
- Promover una cultura de hospitalidad y reconciliación en la sociedad y en nuestras comunidades
- Apoyar a las personas que han sido desplazadas por la fuerza para que tengan seguridad, protección y medios de vida decentes.
- Abogar por que se aborden las causas fundamentales y se eviten más desplazamientos forzados.
- Capacitar a los miembros de nuestra red para que crezcan en el discernimiento común, la asistencia mutua y la acción colaborativa.
Cada una de estas cuatro áreas tendrá su propio plan de acción. Algunas de las acciones que hemos identificado incluyen el desarrollo de programas de formación e intercambio, la identificación de herramientas de comunicación eficaces para fortalecer nuestra red y la mejora de nuestra capacidad de defensa.
A juzgar por nuestras reuniones en línea, vimos que el número de miembros de nuestra red ha aumentado desde nuestra última reunión en persona en 2019. Fue un gran consuelo para mí ver las caras de nuestros coordinadores y de los miembros de cada provincia y región, a la mayoría de los cuales no había conocido antes.
Hay muchos retos en cuanto a cómo podemos seguir trabajando en los planes de acción, y en el fortalecimiento de nuestras capacidades y recursos. Todavía tenemos un camino que recorrer en el discernimiento de las necesidades de las personas a las que queremos acompañar, y de lo que somos capaces de hacer como grupo, pero al menos sentí en lo más profundo de mi corazón que el barco de la Red de Migrantes y Refugiados de la JCAP ha zarpado en una peregrinación hacia las aguas profundas de la construcción de un futuro mejor con las personas migrantes y refugiadas.
Este artículo fue originalmente publicado en JCAP.