El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) es una organización internacional católica con la misión de acompañar, servir y defender los derechos de los refugiados y otras personas que son desplazadas por la fuerza. 

La Compañía de Jesús (jesuitas) fundó el JRS en 1980 en respuesta a la difícil situación de los botes vietnamitas. El entonces Superior General de los jesuitas, P. Pedro Arrupe, se conmovió profundamente por su sufrimiento y se sintió obligado a responder. 

Hasta el día de hoy, el JRS continúa apoyando a las personas desplazadas que realizan viajes que amenazan sus vidas para buscar seguridad. Inspirándose en los valores católicos de justicia, compasión y amor por los excluidos, entendemos el término "refugiado" para abarcar a todas las personas desplazadas por la fuerza, en línea con la enseñanza social católica. 

Un destino frecuente de los 'boat people' de hoy en día es la Unión Europea (UE), que se ha rodeado de un bloqueo de políticas restrictivas y patrullas para mantenerlos alejados. 

El JRS Europa aboga por el trato respetuoso y justo de todos los inmigrantes afectados por la política europea, y defiende su acceso a procedimientos que garanticen los derechos básicos consagrados en el derecho internacional. Una oficina regional con sede en Bruselas defiende a nivel de la Unión Europea y se asegura de que las autoridades escuchen las voces de los refugiados. 

La oficina regional también facilita una red de oficinas del JRS a través de un trabajo de planificación y proyecto común. En muchos países de Europa, el JRS brinda apoyo directo a los migrantes y refugiados forzados, especialmente a aquellos que son olvidados y que lo necesitan con mayor urgencia. El JRS Europa tiene varios proyectos para ayudar a los solicitantes de asilo y otros migrantes forzados en detención, así como a las iniciativas comunitarias que promueven la hospitalidad y la inclusión social. 

JRS Europa también trabaja para fomentar una cultura de apertura, encarnada por la hospitalidad. Esta es una de nuestras tareas más urgentes porque la hospitalidad es un valor que se está erosionando en el mundo de hoy, donde muchos temen al "otro". Al escribirle al JRS en su trigésimo aniversario, el Superior General Jesuita, padre Adolfo Nicolás SJ, dijo: "El JRS, al servir a los refugiados, es la hospitalidad del Evangelio en acción, pero, tal vez, podemos preguntarnos cómo podemos, creativa, efectiva y positivamente, influir en los valores cerrados y poco acogedores de las culturas en las que trabajamos ".