La crisis de COVID-19 está teniendo y tendrá un gran impacto en todos nosotros, el virus que no entiende de fronteras, riqueza o razas nos está empujando a un tipo de futuro diferente, una nueva normalidad. En palabras del P. General, «esta crisis tendrá un gran impacto en la forma en que nos relacionamos unos con otros, en cómo trabajamos, en cómo se maneja la economía mundial, en cómo rezamos juntos, en cómo llevamos a cabo la misión en la Compañía de Jesús y en la Iglesia»
Esta crisis ha tenido un gran impacto en el ministerio de educación superior, desafiando a las universidades de todo el mundo a adaptarse rápidamente a la nueva situación en todas sus dimensiones. Las universidades están respondiendo a las crisis de la atención de la salud, los cierres de campus, las cancelaciones de eventos y otras cuestiones que siguen surgiendo y evolucionando a diario. A medida que la crisis evoluciona de forma diferente en las muy diversas partes del mundo donde las instituciones jesuitas son universidades, empiezan a planear cómo continuar su actividad mirando hacia el futuro.
En medio de esta incertidumbre, las universidades jesuitas, siguiendo su carisma solidario, han tenido una reacción muy inspiradora y se han movilizado para hacer frente a los desafíos que plantea el brote de COVID-19 en el mundo con iniciativas diversas y creativas, marcando la diferencia para los miembros de sus comunidades. Entre otras iniciativas, las instituciones están donando suministros médicos a los hospitales locales, ofreciendo acompañamiento psicológico y espiritual, estudiando posibles terapias para el coronavirus, dando refugio a familias vulnerables y migrantes, etc.
En este contexto y en un esfuerzo del P. General por supervisar la situación de los ministerios jesuitas en todo el mundo, la Asociación Internacional de Universidades Jesuitas, en colaboración con las seis asociaciones regionales, ha elaborado un informe sobre la situación de las instituciones de enseñanza superior. El informe aborda el tema desde tres ángulos diferentes:
el impacto que COVID-19 está teniendo en nuestras instituciones de educación superior;
las contingencias que las instituciones están planeando para la reapertura del programa académico;
y el apoyo/ayuda que probablemente provenga de los gobiernos y la Compañía de Jesús.
El impacto que COVID-19 está teniendo en nuestras instituciones de educación superior
Del informe podemos ver que el impacto es global y muy sustancial, COVID ha perturbado y desafiado a nuestras universidades de muchas maneras nuevas.
Impacto económico: Las instituciones se enfrentan a una importante reducción de la matrícula para el próximo año académico; esto es especialmente notable para las instituciones que tienen una gran población internacional. Además, las instituciones se enfrentan a un pago diferido de las tasas de matrícula. Algunas universidades, con un modelo sólido de alojamiento en el campus, también se enfrentan a reembolsos para los estudiantes que no pudieron terminar su semestre en el campus.
Impacto educativo/pedagógico: Las universidades han tenido que hacer una transición muy rápida al aprendizaje en línea, acumulando fatiga en su facultad, personal y estudiantes. La mayoría de ellos lo han hecho con éxito, pero ¿cómo afecta esto a nuestro modelo pedagógico?
Impacto de la investigación: Hasta ahora los impactos generales en las actividades de investigación no han sido significativos, las líneas y «producciones científicas» parecen mantenerse. Sin embargo, esta situación podría cambiar a medio plazo si se reduce la financiación de los proyectos.
El informe refleja cómo las instituciones jesuitas se están adaptando enormemente a las diferentes cuestiones identificadas.
Contingencias que las instituciones están planeando para la reapertura del programa académico
Parece que no habrá una vacuna o un tratamiento efectivo para el momento normal de la apertura de la escuela, por lo tanto, las universidades están planeando contingencias para adaptarse a la nueva situación en la reapertura de sus programas.
Leyes e instrucciones emitidas por los gobiernos: muchas de estas contingencias son impuestas por los gobiernos locales y nacionales, por lo que la flexibilidad es muy limitada para muchas de nuestras instituciones.
Acciones sanitarias: la desinfección de los campus y la adaptación de los ambientes de las aulas son algunas de las medidas comunes que nuestras universidades tomarán para la reapertura de los campus.
Uso de modelos de enseñanza mixta: algunas universidades están considerando establecer modelos de enseñanza mixta para este año académico. Esto facilitará el respeto del distanciamiento físico y protegerá a los profesores y estudiantes.
Año escolar: muchas instituciones están considerando cambiar su calendario/año escolar para que se adapte mejor a posibles nuevos brotes del virus.
El apoyo/ayuda que probablemente provendría de la Sociedad y los gobiernos
La situación ha dejado a muchas instituciones pidiendo ayuda. Dependiendo del país o la región los gobiernos son más o menos generosos con sus subvenciones. De todas formas, vemos en el informe que la naturaleza privada de nuestras instituciones deja pocas esperanzas de recibir mucho apoyo público.
El gran tamaño de muchas de nuestras instituciones hace muy difícil que la Sociedad ofrezca algo más que una ayuda simbólica.
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