Compartimos un mundo y una historia en movimiento. Hay tanta diversidad en ellos como países, como fronteras, como personas. Sin embargo, identificamos rasgos comunes en el contexto migratorio, reforzados en estos tiempos marcados por la pandemia global de la COVID- 19.
La pandemia no ha detenido al mundo, situaciones como la de Afganistán o el terremoto de Haití explican muy claramente la estrecha conexión entre las causas de la injusticia y la migración forzada. A la luz de estos elementos comunes del contexto, planteamos algunas alertas y recomendaciones generales que creemos que deben guiar nuestro apostolado de la migración forzada en la Compañía de Jesús, como se nos pide en las Preferencias Apostólicas Universales, y en los llamados del Papa Francisco para acoger, promover, proteger e integrar a las personas migrantes.
No se trata solo de migrantes, sino de la humanidad entera, por eso, nuestra misión debe ser una misión para todos, con un horizonte de reconciliación y justicia desde caminos de hospitalidad.
“La hospitalidad es un modo concreto de no privarse de este desafío y de este don que es el encuentro con la humanidad más allá del propio grupo. Aquellas personas percibían que todos los valores que podían cultivar debían estar acompañados por esta capacidad de trascenderse en una apertura a los otros”.
Papa Francisco. Fratelli Tutti (n. 90)
El último trabajo de la Red Global Ignaciana de Incidencia sobre Migraciones (GIAN Migration), que bajo el título: «Conectados en la Globalidad de la Migración Forzada y la Hospitalidad«, recoge, de manera muy resumida, una mirada comprehensiva de la realidad migratoria y de algunos retos que entendemos compartimos todas y todos aquellos que trabajamos en la misión de acompañar integralmente a la migración forzada en todo el planeta.
Se estructura conforme a los siguientes retos, para los que se plantean distintas recomendaciones que pueden leerse en el texto completo en este enlace.
- CADA FLUJO MIGRATORIO CONTIENE MIL CARAS DE LA MIGRACIÓN (CAUSAS MÚLTIPLES DE LA MIGRACIÓN)
- FLUJOS COMPLEJOS Y DINÁMICOS EN MAYOR PRECARIEDAD
- POLÍTICAS MIGRATORIAS RESTRICTIVAS QUE SIGNIFICAN MUERTE
- COVID-19 Y MIGRACIÓN FORZADA
- LA HOSPITALIDAD COMO RESPUESTA
La realidad de la migración, el desplazamiento interno y el refugio, conectada a unas causas estructurales injustas, nos presentan un verdadero reto de colaboración, somos conscientes de que solas y solos no podemos. Al interno de la Compañía de Jesús debemos estimular las redes y plataformas apostólicas, con la implicación de todos nuestros sectores y apoyados en la colaboración por la misión como estrategia. En la Iglesia, debemos sumar con humildad y generosidad, a la llamada a la sinodalidad que lidera el Papa Francisco. En la sociedad, buscar aquellas alianzas que nos ayuden a una mayor transformación. Y en las tres esferas propiciar la centralidad de las personas migrantes forzadas.