“Cableando” el cuerpo apostólico universal

Comunicación estratégica y trabajo en red jesuita en la era COVID

Puede que estemos viviendo uno de los mayores puntos de inflexión a nivel global de nuestro tiempo. Esta coyuntura, pese al grave impacto que supone a tantos niveles, ha dado lugar a otro modo de relacionarnos, a entendernos a nosotros mismos en el contexto mundial, a buscar nuevas formas de vida y, como jesuitas, a nuevas formas de vivir la misión. La COVID ha significado una crisis sanitaria de dimensiones planetarias, cuyas consecuencias socioeconómicas están aún por ver, pero también ha supuesto un impulso de lo que ya se venía gestando años atrás: una explosión de la conectividad apostólica. No hablamos (solo) de la digitalización de la comunicación: hablamos de las enormes posibilidades del trabajo en red para la misión de la Compañía de Jesús.

Aunque se trata de un proceso que arranca ya en los 70, ha sido en los últimos 12 años cuando se ha disparado la colaboración supraprovincial en la Compañía de Jesús. La colaboración y las redes han sido impulsadas en la CG35 como elemento clave tras la universalidad de la misión, y en la CG36, como dos de los ejes de nuestro nuevo modo de proceder: «El discernimiento, la colaboración y el trabajo en red ofrecen tres importantes perspectivas sobre nuestra forma contemporánea de proceder» (CG36 D2, n3). Esta progresiva evolución creó las condiciones de posibilidad para las redes que, durante este tiempo de pandemia, han demostrado ser clave para el fomento de la colaboración y la cohesión del cuerpo apostólico en la Compañía de Jesús. Hay distintas variables clave en este proceso que nos permiten establecer el marco en el que nos encontramos allá por marzo del 2020, cuando la COVID fue declarada pandemia global:

1. El desarrollo de las tecnologías de la comunicación a nivel internacional en la Compañía ha avanzado notablemente, especialmente tras la última Congregación General y el reforzamiento del equipo de comunicación de Roma que, desde entonces, ha estado coordinando de forma eficiente y constante a los homólogos de comunicación de las conferencias y principales obras apostólicas internacionales. El mejor ejemplo es la propia evolución de jesuits.global. 

2. Los secretariados de Roma han estado explorando desde 2008 distintos modelos de networking internacional que funcionan con cierta eficiencia proveyendo la posibilidad de coordinación y dinamización global de los sectores apostólicos junto con los delegados de las conferencias.

3. Desde 2016, la Oficina para la Planificación y el Discernimiento Apostólico permite el trabajo coordinado entre los secretariados, sus redes y los equipos de comunicación, e incorpora dos elementos clave a esta cultura de la colaboración según la tríada de GC36: el discernimiento y el trabajo en red, personalizados en dos de sus proyectos transversales: discerningleadership.org y jesuit.network.

4. Por último, y como parte de todo lo anterior, el proceso de elaboración y propuesta de las Preferencias Apostólicas Universales, culminado en 2019, establece un marco conceptual único en torno a la misión universal que a partir de este momento favorece la coordinación, alineación apostólica y la colaboración a nivel internacional de una manera impensable en épocas previas.

Así, acompañando de esta manera la cultura de colaboración internacional jesuita, en armonía con nuestra razón de ser, con nuestro principio del MAGIS ignaciano y con una misión que cada vez se formula más universalmente, hemos ido aprendiendo que hay retos misionales a los que no podemos responder de forma individual, que la Compañía necesita de todo su cuerpo apostólico para la respuesta compleja a algunas de las dinámicas imposibles de abordar a nivel de provincia o conferencia.  

«Hay retos misionales a los que no podemos responder de forma individual, para los que la Compañía necesita de todo su cuerpo apostólico»

Es importante reconocer que la respuesta jesuita al reto de la COVID ha sido predominantemente local, priorizando el acompañamiento a las poblaciones, dinámicas y contextos desde nuestras obras apostólicas y provincias. No obstante, desde el mismo comienzo de esta crisis, pudimos observar varias dinámicas colaborativas internacionales favorecidas por las anteriormente mencionadas condiciones de posibilidad. Aquí algunas dignas de mención:

1. Una de las primeras iniciativas proponía agregar la información disponible sobre el impacto de la COVID en todas las obras del sector social a nivel global. Accesible en covid.xavier.network y actualizado ya por cuarta vez en diciembre, se trata de un mapeo de una escala sin precedentes elaborado por la Red Xavier en colaboración con el Secretariado de Justicia Social y Ecología de Roma.  

2. Ante la proliferación de iniciativas digitales en las provincias, a principios de abril la curia de Roma lanzaba la iniciativa jesuits.online como plataforma para visibilizar y hacer accesibles todas las propuestas de acompañamiento que estaban siendo creadas en las primeras semanas de pandemia.

3. En un intento de promover la unión de ánimos en medio de la pandemia, el secretariado de la Fe en colaboración con jesuit.network lanzó el 30 de mayo la primera vigilia global de pentecostés, poniendo en juego a todas las redes ignacianas. Este modelo de dinamización conjunta del cuerpo internacional se volvió a activar en septiembre para la vigilia Breathing Together con el Secretariado de Justicia Social y Ecología.

4. Las redes de los secretariados de educación superior (iaju.org) y educación secundaria y pre-secundaria (educatemagis.org) también han estado promoviendo la agregación de buenas prácticas y reflexiones de fondo ante la crisis a través de repositorios y webinars internacionales. Las dos redes han actualizado recientemente sus mapas globales, en esta misma dirección de fomentar –cada vez más– el sentido de pertenencia a un cuerpo internacional con una misión compartida.

5. En la última etapa de este complejo tiempo, hemos podido observar la eclosión de talleres, charlas y seminarios de todo tipo, con propuestas de acción o reflexión a los distintos niveles de colaboración. Hemos ido recopilando las principales en jesuit.network/proposal/ 

Estos son solo algunos de los énfasis que podríamos hacer de lo que en los últimos meses ha ido ocurriendo en el panorama jesuítico internacional, a modo de «cableado» del cuerpo apostólico, cada vez más cohesionado y vinculado, susceptible de dinámicas y procesos de agencia cada vez más amplia. Desde el año 2012 el proyecto jesuit.network está sistematizando la información y siguiendo la reflexión sobre todas las redes jesuitas supra-provinciales y procurando ser lugar de conexión y visibilidad de aquellas redes, iniciativas o instituciones que quieran llevar a cabo proyectos colaborativos internacionales en el marco de la misión de la Compañía.

«Al final de todo, la clave del trabajo en red es si estamos listos para ser parte de algo mayor que nosotros mismos»

Quiero terminar con una cita del Papa Francisco: «De esta crisis podemos salir mejores o peores, pero nunca iguales». Todo cambio es una oportunidad para la mejora y, en el caso de la red jesuita, estamos viendo cómo las nuevas necesidades que descubre la pandemia hacen aflorar las interconexiones entre todos nosotros. Al final de todo, la clave del trabajo en red es si estamos listos para ser parte de algo mayor que nosotros mismos. Nosotros creemos que la red jesuita está ya madura para este tipo de propuestas, y que esta crisis lo está dejando de manifiesto.

Este artículo se escribió originalmente para la revista JIVAN. Puede leerse aquí.