En la última semana hemos tenido una interesante conversación con Giacomo Costa, SJ y Luis Arancibia, líderes en los sectores sociales de la Compañía de Jesús de Italia y España, dos de las provincias jesuitas en las que el CoVid19 ha tenido mayor impacto en sus comienzos, con la intención de poder recopilar y apuntar algunas de las lecciones aprendidas por si pudieran ser útiles para otros países donde la pandemia está llegando en estos momentos.
El primer énfasis que surge es la atención al cuidado de los equipos y las organizaciones, que sufren la crisis en primera instancia y sin los cuales no podríamos desarrollar ningún tipo de respuesta apostólica posterior. Algunas de las estrategias serían:
- Preparar estrategias de recursos humanos, cuidado, acompañamiento y atención psicosocial del propio personal de las obras sociales.
- Atención al cuidado del personal, nosotros también pasamos la crisis. Es confinamiento, no solo teletrabajo. Las personas de nuestros equipos están también asustadas, inquietas, preocupadas por el contexto y por sus realidades personales y familiares.
- Preparación de elementos de teletrabajo esenciales como conexión a internet, disponibilidad de tecnología y herramientas de coordinación y comunicación interna que favorezcan la funcionalidad de la organización en dispersión.
- Ofrecer elementos de sentido a los equipos para que se sientan personal y espiritualmente acompañados.
- Preparación de fondos de solidaridad provinciales, o claridad en los estudios de viabilidad económica de las instituciones a medio plazo. liquidez. salarios. asesoría en posibles expedientes de regulación de empleo.
- Ayudar a los equipos a identificar los elementos importantes de lo que están experimentando para que no lo olviden al final.
- Prever un grupo de trabajo para preparar la reapertura
- Tratar de manera justa y cuidadosa las cuestiones laborales de los colaboradores y empleados
- Prestar atención particular a los trabajadores sociales que trabajan a contacto con personas en situación de marginalidad (reclusos, inmigrantes, toxicómanos, sin hogar…) durante el período de coronavirus (proteciòn, reconocimiento, ecc…) Muchos pensamos en los trabajadores sanitarios y menos en ellos.
Otra de las dimensiones claves de la respuesta de los sectores sociales jesuitas al CoVid19 se basa en el fortalecimiento de la red para la posibilidad de apoyo y sostén como cuerpo apostólico en mitad de una dinámica de fragmentación y aislamiento que pone ciertamente en peligro las organizaciones si se aborda independientemente.
- Fortalecer el sentido de red, de pertenencia, de no estar solo de cada una de las obras. Especialmente importante para las direcciones, que no se sientan aisladas y abandonadas en un momento así: diálogos, tiempos de encuentro.
- Pensar en proyectos comunes a nivel nacional y a nivel internacional, de forma que exista cobertura y relaciones para posibles estrategias de emergencia o de recuperación a niveles de agencias mayores y más amplios del habitual de la organización.
- Compartir herramientas de gestión, de trabajo remoto, estrategias de respuesta, soluciones adaptadas…
- Es clave la comunicación interna como provincia y como sector para alimentar el sentido de cuerpo y la dimensión de identidad y misión. Tan importante como la respuesta es conocer cómo la provincia y el sector están respondiendo. No minimizar la importancia de esta dinámica que puede alimentar sinergias y abrir posibilidades nuevas para responder a una necesidad social que nunca antes hemos abordado conjuntamente.
La tercera recomendación se centra en la importancia de acompañar y servir de modos nuevos lo cual es fundamental ante la escala y características de esta crisis sin precedentes..
- Trabajar con las obras para abordar la crisis de forma integral, cada una desde su especificidad y capacidades pero abiertos a nuevos servicios con las distintas poblaciones objetivo. Especialmente importante analizar qué supone la respuesta de emergencia para cada obra concreta y los nuevos posibles servicios híbridos entre obras.
- Otra tendencia que ha tenido mucho impacto es la creación de redes de solidaridad para la atención de personas solas o con necesidad de ayuda para pervivir en situación de confinamiento.
- Muchas obras encuentran su aporte en la preparación de soluciones para la provisión de víveres y material de higiene a población vulnerable que perderá su modo de vida en las primeras semanas de confinamiento. A veces las infraestructuras educativas y pastorales pueden ser superficies de acceso a muchísima población vulnerable a través de las cuales es posible la distribución de alimentos y acompañamiento básico.
- Otra línea de trabajo puede estar en la preparación de iniciativas para hacer frente al desempleo.
- Por último, está siendo importante simplificar el acceso a nuestros servicios sociales de forma que aunque muchas de nuestras organizaciones estén cerradas por orden gubernamental podamos ser accedidos vía teléfono o digital para poder seguir sirviendo mediante acompañamientos, asesorías legales o redireccionamientos a otros servicios sociales activos.
Como intuición final de esta conversación, surge con fuerza la necesidad de reflexionar, comunicar e incidir a la vez que se realizan todos los esfuerzos anteriores. Uno de los peligros de las crisis es no tener espacio o tiempo para la reflexión, lo cual es necesario para ir dando forma también a la adaptación de nuestros trabajo apostólico hacia el futuro.
- Cuestionar nuestro estilo de vida (viajes, comunicación, formas de colaboración…)
- Profundizar lo que quiere decir “solidaridad” a partir de la experiencia que estamos haciendo y cómo esta crisis va a transformar nuestra forma de concebir las dinámicas sociales y las relaciones de ayuda así como el tercer sector en general.
- Comunicar en toda reflexión una actitud de esperanza “concreta” y profundizar teológicamente en la dimensión de sufrimiento y crisis desde nuestra fe.
- Actualizar la comprensión de la Laudato si y las vinculaciones claras de esta crisis con la crisis socio-ambiental de fondo.
Estas son algunas de las primeras ideas que surgen en una conversación con la idea de poder moverlas y transmitirlas con la mayor urgencia posible hacia las provincias que en estas semanas abordáis la llegada de la pandemia.
Agradecemos a otros actores que estén interesados en completar esta reflexión con su propia experiencia y aportes que nos escriban a [email protected] e iremos completando este ejercicio colectivo de solidaridad mediante la comunicación de aprendizajes.